El autor escrutando paisajes "del Camino"
DOCE SIGLOS DEL CAMINO
MI ARTICULO PUBLICADO EN LA REVISTA "LA VOZ" de A.E.P.T. (Otoño 2004)
Revista de Asociación Española de Profesionales de Turismo
Todo camino tiene un principio y un fin.
El fin de este camino es La Tumba del Apóstol Santiago
en Compostela. El principio o el camino de salida
son múltiples, no importa desde donde, sobre todo
si seguimos los caminos del Occidente medieval.
Llegaban en aquellos tiempos, aún más actualmente,
a Santiago desde cualquier punto de Europa:
de los Países Nórdicos, de Alemania, de
Suiza, de Hungría, de Italia, de Francia, de la Europa
Central, de Inglaterra (por mar) y como no
del propio Reino de España y Portugal.
La red o malla entretejida de los numerosos “Caminos
de Santiago” y los santuarios erigidos a
Santiago, Jacques, Jacobo, James o Jakob, expuestos
sobre un mapa de Europa, es una de las
más impresionantes.
Los cristianos no tienen la exclusividad de las peregrinaciones.
Cada país tiene los suyos y además
desde tiempos inmemoriales. Los templos
antiguos de Delfos ó de Salomón, las tumbas, los
santuarios de Confucio, Buda o Mahoma…
En la cristiandad remota, las masas, se pusieron
ya en marcha en época temprana. Ya en el Siglo
IV se publicó un breviario del recorrido Burdeos –
Jerusalén: “ITINERARIVM A BURDIGALA
JERVSALEM VSQUE”.
Además, sí observamos a escala de Parroquias o
de la Provincia, los peregrinajes locales, toman
como inicio y motivo del viaje, la visita religiosa a
donde se encuentran los restos de un Mártir, o de
un Santo de los Primeros Tiempos.
Tres grandes Santuarios se afirmaron y fueron los
más estimados en época Medieval: Roma, Jerusalén
y Compostela, con sus respectivas tumbas
de El Apóstol Pedro, Jesús y El Apóstol Santiago.
Los diferentes nombres dados a los peregrinos,
designaban los lugares de origen de los mismos,
así como las rutas elegidas. Así Los Palmeros,
peregrinaban a Tierra Santa; Los Romeros a
Roma, y Los Jacobeos a Santiago.
Por las distintas evoluciones de las palabras originales,
hoy día en España, cualquier pequeño peregrinaje
a una ermita, Capilla perdida en una
montaña, la denominamos “Romería”
Paralelamente, podemos decir que en la Gascuña
francesa, todos los inicios de los Caminos que llevan
hacia España, acabaron llamándose “Roumius”
y guardan esta denominación actualmente
en algunos de los mapas geográficos de Francia.
(I.G.N.F).
Para ser riguroso con la historia y mayor abundamiento
en conocimientos de las peregrinaciones,
a los TRES GRANDES LUGARES DE PEREGRINACIONES
CRISTIANAS, Jerusalén, Roma
y Compostela, hay que añadir una cuarta: la
presunta tumba del Apóstol Tomás, al fondo
de las Indias, en MAILAPURAN, que los Portugueses,
rebautizaron en el Siglo XVI, como “
SAO THOME” –(Santo Tomás)
La gran masa de peregrinos a esta supuesta tumba
del Apóstol Tomas, ya las describía Marco Polo
hacia el año 1290, debiendo pertenecer sobre todo
a los cristianos “nestorianos”, que eran muy
numerosos en aquella época en Extremo-Oriente.
Es interesante subrayar el paralelismo altamente
simbólico de la palabra evangélica, llevada a los
dos extremos del mundo conocido, en aquel entonces:
por Tomás a la Punta de las Indias – en el
Océano Indico- y por Santiago, a la Punta de Europa,
“FINIS TÉRRAE” en el Océano Atlántico.
UNA HUELLA PROFUNDA EN EL PAISAJE
Lo que distingue “El Camino de Santiago” de
otras grandes rutas de peregrinación, es justamente
la huella profunda, que con el paso del
tiempo, ha ido dejando en el paisaje.
No existe otro “itinerario sacro” que siga tan descriptivamente:
paso a paso, hora a hora, kilómetro
a kilómetro, como “El Camino de Santiago”.
Las indicaciones de los topónimos, los monumentos
nacidos a los lados de las sendas, los hospitales,
albergues, castillos y torres vigías, las Villas y
Ciudades, surgidas a su vera... con el añadido
de… ”DEL CAMINO” todo ello nacido de la devoción
al Apóstol, balizando, por así decirlo, la
ruta de centenares de kilómetros. “El Camino
francés”, con inicio en Saint -Jean Pied- de
–Port a Santiago de Compostela, suma la
“religiosa cifra” de 803 Km (760 Km desde
Roncesvalles)
Estas distinciones, se basan para ello en dos razones
primordiales:
• La primera, que es el único que tiene sobre el
terreno un carácter exclusivo, me explico:
El peregrinaje a Jerusalén, que guarda la preeminencia
en sí, incluso después del desastre de
las Cruzadas, estaba reservado a una élite, ya
que era: peligroso, en tierra de infieles, y una
buena parte era por vía marítima.
El peregrinaje a Roma, en ciertos momentos
era difícil, por las guerras, además estaba trazado
su camino en las antiguas vías del Imperio Romano,
con el consiguiente flujo “comercial- viajero
turístico” de los distintos ciudadanos, que componían
los distintos reinos europeos.
Por el contrario, a través del Macizo Central de
los Pirineos, La Meseta, El Cebreiro, etc., el único
objetivo de las masas en marcha, era la Tumba de
Santiago de Compostela. Geográficamente
excéntrico, espiritualmente esencial, Cultural
y Turisticamente, el inicio de los viajes organizados
y algún que otro disgusto con los
“hospitaleros” por el overbooking.
• La segunda razón es que representaba para España,
particularmente, y en un momento crucial
de su historia, la vía pacifica de La Reconquista.
La Reconquista del país al Islam, lo que explica
en parte, la densidad con la que está jalonada
por Monasterios, Iglesias, y Castillos de las diferentes
Ordenes monje-militares que ayudaban a
los peregrinos, tanto en la cura de su cuerpo, como
de su alma.
SANTIAGO Y LAS TIERRAS HISPANAS
Aunque de sobra es conocido, recordaremos
aquí, que era Compostela y quien era Santiago.
Santiago era uno de los Doce Apóstoles de Jesucristo,
hermano de Juan El Evangelista, hijos del
Zebedeo. Estando reparando un día sus artes de
pesca en el Mar de Galilea, Jesús les llamó. Abandonaron
a sus familias y le siguieron. Fue llamado
Santiago El Mayor, para distinguirlo del otro
Apóstol, Santiago El Menor, quien sería el
Factotum de la Iglesia de Jerusalén.
Históricamente se sitúa la llegada de Santiago el Mayor
a España, hacia el año 44 D.C. ¿Estuvo verdaderamente
en España? ¿Dónde quería ir realmente?
Hay muchos historiadores que dudan, pero la duda
es su oficio...
En “Los Hechos de los Apóstoles” no se hace alusión
alguna. Habrá que esperar cuatros Siglos,
para que San Jerónimo hable de esta evangelización
en sus “Comentarios de Isaías”
En los dos siglos siguientes, el viaje de Santiago se
confirma rotundamente, por otros autores como
San Isidoro y por toda la literatura mozárabe.
Pero desde el punto de vista del ángulo histórico, las
probabilidades son efectivamente muy débiles.
A esto, no obstante, podemos objetar que Jesucristo
pidió a todos sus Apóstoles, el ir a los confines del
mundo a testimoniar sus Evangelios y su Palabra.
En definitiva: si nada prueba el viaje de Santiago
a España, nada en los textos ni en las fechas se
opone. El creyente es libre en sus creencias.
Lo más probable, si es real o mítico, es que el viaje
de Santiago, ocurriese así: Desembarca en Andalucia,
atraviesa la Península Ibérica, por una
Vía Romana (Vía de la Plata??), y llegado a Galicia
comienza a captar discípulos. Sin duda de entre
ellos, podemos hablar de Teodoro y Anastasio,
los cuales le acompañan en su regreso a Jerusalén,
y donde después de su muerte, martirizado,
roban el cadáver a su verdugo y lo embarcan.
Un ángel conduce su navío hasta las costas de
Galicia, y desembarcan en el puerto de IRIA FLAVIA -1- (hoy en día puerto de Padrón)
Los discípulos creen llegado el momento de enterrarle,
pero la Reina Louve o Lupa, se opone a
este acto, ya que convertida al cristianismo, regala
su palacio para servir de tumba al Apóstol.
Si admitimos el viaje, describamos lo siguiente: No
es sorprendente que después de haber predicado
en la España interior, Santiago tuviese más éxito
en Galicia, impronta del misticismo Celta, donde
además vivían comunidades de origen hebraico.
EL ERMITAÑO PELAYO
En el año 813 se anuncia el descubrimiento de la
sepultura del Apóstol y de sus discípulos en Compostela
– CAMPUS STELLAE – El Campo de la
Estrella. Según la tradición, el ermitaño Pelayo,
por indicación de otro monje, identificó el lugar
gracias a unos fuegos, que aparecían durante la
noche, en el mencionado Campo.
Compostum o Compositum, más probablemente,
piensan los lingüistas, ya que estas palabras
designaban los lugares funerarios y por extensión
las tumbas.
Cualquiera que fuese la buena etimología, Teodomiro,
Obispo visigodo de Iría Flavia, ordenó el levantamiento
de la tumba y esta noticia del descubrimiento
de la de Santiago El Mayor, hizo el efecto
del trueno en la cristiandad.
NACIMIENTO DEL SANTUARIO EN COMPOSTELA
Haciendo un breve resumen cronológico, lo expondremos
de la siguiente manera.
Alfonso II, Rey de las Asturias y Galicia (muerto en
el 842) hizo construir una primera y pequeña Iglesia,
en Compostela e informa de este descubrimiento
al Papa León III y a Carlomagno, al cual envió
incluso como reliquia un omóplato del Apóstol.
En el Siglo X, los peregrinos acuden ya desde el
extranjero, incluidos Obispos franceses.
En el 997, el caudillo musulmán: El-Mans-Ur (Almanzor),
destruyó esta primera Iglesia, e hizo
abrevar a su caballo en la pila baustimal. Hizo llevar
a hombros de los cristianos las campanas
arrancadas de esta Iglesia y hacer con ellas lámparas
para la Mezquita de Córdoba, (mucho más
tarde regresaron estas campanas a hombros de
los “moros”), pero sin embargo respetó la tumba
del compañero del Profeta Jesús-Cristo.
Una nueva Iglesia, base de la Catedral actual, enriquecida
a lo largo de siglos, se comenzó a construir
a partir de 1078. La gran época del peregrinaje
ha comenzado.
Y así querido lector y colega, terminamos este
primer episodio, de DOCE SIGLOS DE CAMINO,
hoyando con nuestros pies y mentes una
parte de “ese camino”, donde el viajero, que
no-turista de corrida de toros, o bailes populares,
encuentra el reflejo del latido de su ser en cada
cosa que contemple.
Finalizo con parte del texto de un articulo de Luis
Alonso Luengo, que es Miembro Correspondiente
de la Real Academia de la Historia, escritor y cronista
Oficial de la Ciudad de Astorga, titulado “Peregrinos,
Viajeros y Turistas”
“ El turista, nunca escribe un libro en el que cuente su
caminar: el escribirlo va contra la propia esencia de la
actitud turística. El viajero y el peregrino sí.
El libro del viajero cuando es sincero, resulta siempre
una autobiografía.
El libro del peregrino es siempre una oración. ”
AQUÍ ACABA O PRIMER TEXTO DE “DOCE SIGLOS
DE CAMINO”
GLORIA SEXA Ó ESCRITOR E Ó LECTOR
1 La actual Iglesia de Iría Flavia,
fue construida por el arzobispo
Gelmirez en el S.XII, sobre otra
más antigua que había arrasado
Almanzor. Se terminó en el
S.XIII, y solo se conserva de esa
época la portada y las torres, de
estilo románico ojival; el resto
del edificio se debe a una restauración
del S.XVII. En su exterior
está el cementerio de Santa Mª
de Adina, en donde pidió y estuvo
enterrada la poetisa Rosalía
de Castro.
El Cronicón de Bob