lunes, 7 de junio de 2021

SEGUNDA PARTE MEMORIAS DEL ORANESADO - CAPITULO DISPERSO

                        





Mi experiencia vivida en aquellos dos o casi cuatro días de Abril 1978, más lo que siguió en los periodos posteriores, tanto en trances, actividades, y viajes a Canadá y Argelia me hace, ahora cuarenta años después, reflexionar sobre el porqué de la decisión del “Emir”, de mi presencia en el aeropuerto de Argel, la noche de autos, y sobre todo el regreso a Madrid, esa misma madrugada, con un avión “vacío y no de pasajeros”.

 ¿PORQUE YO? ¿tanta confianza en mi persona?, no creo que fuese, pues ni de su propia sombra se fiaba.

¿Tal vez fuese por mi desplante en la conversación que tuvimos en su propiedad de Los Boliches (Málaga), cuando me preguntó por mi esposa, y mi respuesta fue contundente y de altivez, al intentar “atar cabos”, con mi familia? En aquella ocasión retrocedió rápidamente y se dio cuenta que “él podría ser el Jefe, pero en mi progenie y en mi familia, era yo el todopoderoso”.

En axiomática ocasión, J.O.E. “El Gringo”, hablando sobre este tema me confesó y resumió en una sola frase su forma de ver el enfrentamiento de caracteres de el “Emir” y yo : Hay dos tipos de orgullo, bueno y malo. El ‘buen orgullo’ representa nuestra dignidad y la autoestima. El ‘orgullo malo’ es el pecado mortal de superioridad que huele a presunción y arrogancia.

Me indicó que esa reflexión era aplicable a nuestras singulares personalidades, (la primera definición era para mí, y la segunda para el ”patrón”). Se la había escuchado a su amigo Dr. John C. Maxwell que era, y aún lo es, un Pastor Calvinista, escritor, coach y conferencista que ha escrito más de 80 libros, que se centran en el liderazgo.

 Le respondí yo: eso me recuerda al juramento de los reyes de Aragón “Nos, que somos y valemos tanto como vos, pero juntos más que vos, os hacemos Principal, Rey y Señor entre los iguales, con tal que guardéis nuestros fueros y libertades; y si no, no”.

Tuve que explicárselo varias veces, poco a poco hasta que lo entendió correctamente, y luego creo se lo trasmitió “al EMIR” para que tomase nota y actuase en consecuencia conmigo.

 Psicológicamente ignoro que tendría el Sr. A-Rashid, en su discernimiento, para optar por esa decisión hacia mí personalmente, cuando podía haber elegido a cualquier otro dirigente de su confianza máxima para estos menesteres tan polémicos. Puedo imaginarme algo, tras tantos años de trato con él.

El “Emir, necesitaba tener siempre a su disposición un directivo suelto, adscrito a su acomodo, lo que en francés se denomina “détachè” y estar siempre a la pericia de su asistencia en los negocios de su esfera racional y económica.

Precisaba del consejo de alguien que analizase los problemas de los negocios hoteleros o turísticos y así tomar las decisiones correctas.  De esta forma yo, Mr. Castilla, viajé por gran parte del orbe para el ”patrón”: Francia, Suiza, Alemania, Argelia, Marruecos, USA, Canadá, Bahamas, México, Inglaterra, Italia, Portugal, etc. y no refiramos tantas otras ciudades e islas españolas.

De esta forma, encontró en mi profesión de Hotelero, un provecho como el que se ofrece en los hoteles, 24 horas sobre 24 horas.

Gran libro sobre la vida perturbada de Mr. AL-RASHID
                                                    Junio 2021- CASTILLA Y LEÓN