Llegando a
Córdoba, nos dirigimos al Hotel situado en la Avenida de América, el Hotel “El
Gran Capitán” que fue uno de los hoteles más importantes con los que contó la
ciudad, y que fue otro de los establecimientos que perteneció a la Cadena
Hotelera HUSA, donde yo trabajé, siendo el Director en aquel tiempo un buen
amigo mío y compañero del Hotel Fénix de Madrid, (santanderino de origen). Hoy
en día ese Hotel ya se cerró tras vender la propiedad el edificio.
Las reservas
que yo hacía en esos hoteles, visiblemente era para que abusando de mis
amistades con los Directores de tales establecimientos, nos aplicasen un
sustancial descuento en las habitaciones, practica esta que se daba entonces
entre los Directores-Ejecutivos de aquellas fechas. Y evidentemente en ambas
estancias conseguí el 50% de descuento….UNA VEZ MÁS MIRANDO POR LOS BENEFICIOS
DE MI EMPRESA.
Cuando al día
siguiente nos dirigimos para visitar la Catedral-Mezquita de Córdoba, opté por
el mismo parecer que en Granada, contratar los servicios de un guía oficial que
hablase francés y que les explicase y contestase lo que los jovenzuelos árabes,
quisieran escuchar de los restos que de su cultura andalusí, dejaron por
nuestra España.
Comenzó el
guía su descripción diciendo que: La Catedral-Mezquita de Córdoba es el
monumento más importante de todo el Occidente islámico y uno de los más
asombrosos del mundo. En su historia se resume la evolución completa del estilo
omeya en España, además de los estilos gótico, renacentista y barroco de la
construcción cristiana.
El lugar que
hoy ocupa la Catedral-Mezquita parece haber estado, desde antiguo, dedicado al
culto de diferentes religiones.
Esta
basílica, hispanorromana de San Vicente fue de planta rectangular y era
compartida por los cristianos y musulmanes durante un tiempo. Cuando la
población musulmana fue creciendo, la basílica fue afincada y se dice que
pagada totalmente por Abderramán I y destruida para la definitiva construcción
de la primera Mezquita Alhama o principal de la ciudad.
Fue
capitalidad durante el Emirato Independiente y el Califato Omeya de occidente,
época en la que alcanzó su mayor apogeo, llegando a tener entre 250.000 y
500.000 habitantes, siendo en el siglo X una de las ciudades más grandes del
mundo, así como un gran centro cultural, político y económico. De esta época es
uno de sus monumentos más conocidos: la Mezquita de Córdoba, que estamos ahora
visitando, comentó el guía oficial.
Yo intervine para explicar también algo que me
parecía importante resaltar: En época de los ROMANOS, fue capital de la
provincia romana Provincia Hispania Ulterior Baetica (Bética), época de
esplendor, en la que llegó a contar con tantos edificios lúdicos como la misma
Roma y a la que proporcionó grandes filósofos como Lucio Anneo Séneca, oradores
como Marco Anneo Séneca y poetas como Lucano.
Preguntó el
Guía sí él podía continuar, afirmándole yo con el ademán que le concedía el
hacerlo.
Lo cierto es
que le interrumpí, pues yo consideraba que pasar por alto un capitulo tan
importante de nuestra historia, era un pecado.
Continuó explicando que la mezquita se compone de tres
partes: el Patio de los Naranjos que
conserva buena parte de su aspecto original, al que se accede por la Puerta del
Perdón, de estilo mudéjar (1377), en donde se observan las hileras de naranjos
y palmeras, las fuentes y los arcos de herradura que lo rodean junto a la
puerta donde se levanta el alminar desmochado parcialmente y rodeado de un
«encofrado» de estilo herreriano construido a principios del siglo XVII
La superficie
total del monumento es de más de 22.000 metros cuadrados, con una longitud de
174 metros de largo y 128,4 de largo.
La puerta de
Las Palmas da acceso a la mezquita: un bosque de ochocientas cincuenta columnas
de mármol, jaspe y granito sobre las que se apoyan trescientos sesenta y cinco
arcos de herradura bicolores, da la medida del esplendor del arte de los
califas en su apogeo.
El mihrab,
lugar santo de la mezquita que señala la dirección Sur y no la de La Meca, de
acuerdo con la voluntad de Abderramán (orientado hacia el río porque le llevaba
hasta su Damasco natal).
El mihrab, es un joyel de mármol, estuco y mosaicos
bizantinos brillantemente coloreados sobre fondo de oro.
En el
Lucernario se conservan los arcos lobulados de los muros y la cúpula. En la
cabecera destacan los arcos, los mosaicos del muro y la estructura y decoración
de las cúpulas a base de arcos cruzados.
columnas de la
Catedral-Mezquita de Córdoba
Mi siguiente propuesta fue de ir hasta Medina al-Zahra, que está situada en lo alto de una montaña a tan solo 8 Km. de Córdoba.
No sé si es que les sentó bien el nombre o sí conocían algo de esa historia,
pero el resultado es que asintieron. Y hasta allí nos fuimos.
Al pie del
llamado monte de la Desposada se encuentran las ruinas del Conjunto
Arqueológico de Madinat al-Zahra. Su construcción, iniciada en el año 936, se
debe al primer califa de Al-Andalus, Abderramán III, en honor a su favorita Al
Zahra.
En el año 1010
fue saqueada e incendiada durante la guerra civil que desmembró al califato en
los reinos de taifas.
La Muralla,
la Casa de los Visires, los restos de la Mezquita Aljama y los Jardines se nos
ofrecían históricos así como en un recorrido fabuloso que nos condujo hasta lo
que un día fue el monumento islámico más bello de Al-Andalus.
Tras visitar algunos salones y comprobar la
suntuosidad y el lujo con el que se construyó esta mítica ciudad, que digamos
era como “de veraneo y retiro del
califa”, parece que entre ellos les gustó bastante y me expresaron sus ganas de
almorzar en algún lugar cercano.
No dejaron de
oírse el sonido de sus cámaras haciendo fotos, pues en este magnífico lugar, sí
dejaban hacer fotografías.
Arco Califal
de Medina al- Zahra
EL CRONICON DE BOB Mayo 2018 |