lunes, 3 de febrero de 2014

LA NECRÓPOLIS DE PINTIA-"Las Ruedas"

REMOTOS PUEBLOS -VACCEOS-  la Necrópolis de Pintia

“Las Ruedas”

 

     Dejaba mi anterior artículo en …/… el próximo articulo con la narración de la necrópolis de "LAS RUEDAS", base y fundamento de este primer relato”.
Nos situábamos en Padilla de Duero, y en sus términos  y dentro de la “zona arqueológica de Pintia” donde se establecieron los Vacceos, construyendo la ciudad que habitarían por tiempos pretéritos y que hoy en día es conocida ese territorio como “Las Quintanas”, entre las gentes del lugar.

         Fue declarada BIEN DE INTERES CULTURAL, en 1993.

Se podría afirmar, que su significado histórico - social, sigue siendo un tanto discutible en determinados aspectos muy concretos, tal vez porque los antecedentes escritos de la antigüedad, provienen prácticamente todas de manifestaciones y testimonios de escritores  de Roma.

Decía D. Julio Caro Baroja, aludiéndose a los pueblos antiguos de Hispania:

“Lo primero que debemos preguntarnos es quiénes son, como fueron los que conocían. Hay que enfatizar el distinto valor de los textos, desde el punto de vista del conocimiento. Tenemos que realizar un análisis fundamental de los modos diferentes de conocer, examinando sus fundamentos en sí mismos, porqué son fundamentos intelectuales y de carácter tecnológico…/… Añade más adelante una referencia al quien él llama su maestro >ADOLFO SCHULTEN<, con estas palabras “Quiero rendirle homenaje por sus <Fontes Hispaniae Antiquae<, esplendida colección que empieza con documentaciones anteriores al año 500 a.C. y llega a la época de los romanos”

         De donde se deduce, que las fuentes escritas son importantes, pero no son las únicas, ni delimitan en exclusiva los conocimientos sobre unos hechos históricos. Por ello considero que deberíamos juzgar el trabajo de todos los intervinientes en las labores de excavaciones, sondeos,exploraciones,y estudios de un alto valor arqueológico, ligado a tan irreconocible y alterada zona de Pintia.

Como pincelada curiosa y ahora que está de actualidad la vida de Isabel I de Castilla, señalaré que el 22 de Enero de 1456, D. Juan Pacheco - I Marques de Villena - (el diabólico y virulento “Pacheco” de la historia seriada de TV, valido del Rey unas veces y apartado del mismo Monarca otras) adquirió por carta de compraventa la localidad de PADILLA DE DUERO (Valladolid), entre otras Villas, además de la citada.

Anotaremos que en este área arqueológica, hay tres zonas catalogadas y bien precisadas: La Ciudad en sí o “Las Quintanas”, la necrópolis que como era habitual en la época estaba algo retirada de la ciudad, y que es conocida como “Las Ruedas” y por ultimo el suburbio o arrabal de los alfareros familiarizado entre los lugareños y arqueólogos  por “Carralaceña”.

Existen notoria evidencias, de que el “Poblado de las Quintanas”, y por lo investigado en los estratos de los siete niveles de origen “Vacceo”, el asentamiento vecinal fue destruido por incendios, como peripecia terminal de la urbe.  

Campos helados de "Las Ruedas"


En lo referente a la llamada “Ciudad de las Quintanas, se ha llegado a estimar, que la extensión de este núcleo poblacional ocuparía unas 25 Ha., descubriéndose que estaba rodeada por un conjunto defensivo de amurallamiento solapado o doble, en algunos lugares más frágiles de defender, habiendo sido construida dicha muralla de adobe, madera y foso.

Se presume, tras las excavaciones realizadas, que fue un conjunto muy considerable, ya que la muralla mediría algo más de un Km. de longitud, por ocho Mtrs. de grosor en algunos lugares, y la altura alcanzó metro y medio.

Como hemos indicado anteriormente este amurallamiento estaba fortificado fuertemente en diversos puntos, que eran tan considerados por la posibilidad de futuras agresiones, más vulnerables ante un ataque externo.

Foto aerea de la zona arqueologica- (Google)

            Un historiador romano llamado Tito Livio (59 a. C. a 17 d.C.) escribe sobre el carácter del hombre hispano (situándonos en época romana), tal y como él lo veía: Ágil, belicoso, inquieto. Hispania es distinta de Itálica, más dispuesta para la guerra a causa de lo áspero del terreno y del genio de los hombres”.
He aquí una prueba del arrojo, valor y perspectiva de los terrenos en los que se desenvolvía.     
Antiguo mapa ubicación de PINTIA
Volviendo a la ciudad de “Las Quintanas” y tomando datos de las fuentes históricas clásicas, por ejemplo la de Apiano (BC, I, 112) sobre el incendio de las murallas de Pallantia, en las guerras  de Pompeyo y Sertorio-mítico General Romano, muerto finalmente envenenado en Osca, por sus propios agregados militares- nos representa una  construcción de las defensas amuralladas hechas a base de adobes (ladrillos de barro y paja secados al sol) y troncos.
 Se han podido detectar en varios reconocimientos aéreos, que en diversas comarcas de poblamientos vacceos existían complicados sistemas de salvaguardia y defensa que engloban fortificaciones con murallas  y fosos en lugares como Valoria la Buena, Palenzuela, Tariego de Cerrato, -que tambien resistió a la dominación romana- (lugares vividos, visitados en ocasiones, e indagados por mí, en otras.) y en la propia Padilla de Duero.
De esta forma podemos intuir que las defensas propias de “Las Quintanas”, según nos dijo el Profesor D. Carlos Sanz, podrian concentrar hasta tres fosos colindantes y separados entre sí por prominencias, relieves y empalizadas, que llegaron a tener una anchura de casi los 25 Mtrs. De esta forma el desnivel que deberían afrontar los posibles atacantes seria de unos 8 a 10 Mtrs. contando desde la base de la brecha del foso más hondo.
Mas tarde este foso lo rellenaron ya en época romana (principios S.II a.C.), derrumbando la muralla existente y añadiendo tierras y cascotes procedentes de otros derribos de la ciudad. Se considera que esto se hizo más bien con propósitos de índole higiénico y de salubridad que por motivos de extender la ciudad.
Tambien nos comentó el Catedrático D. Carlos Sanz, que en  el paraje que se conoce como “Los Hoyos”, se pudo evidenciar la existencia de una  colosal construcción, tratándose de un murallón levantado de  mampuesto y ligado con barro, y con un espesor de entre 4 a 5 Mts.  Parece ser que dicho alzamiento, tenia dispuesto en su parte delantera un gran foso orientado hacia la población de “Las Quintanas”, por lo que se deduce que debió levantarse para el cerco y posterior ataque al lugar, posiblemente y por la datación del hallazgo (Siglo I a. C.), pudo deberse a los trances bélicos entre Pompeyo y Sertorio, como hemos mencionado anteriormente. En nuestra visita observamos lapidas con restos del fuego sufrido en la invasión y conquista de las Legiones Romanas.
Agrupación de estelas algunas con señales de fuego
Los “oppida” de esta región (el alto valle del Ebro y en los del río Duero), eran instalados sobre terrazas de aluvión, donde la piedra era prácticamente inexistente, de ahí que metódicamente el material empleado para la construcción fuese de adobes y tapìal, reforzado a la manera latina con troncos, y otros accesorios leñosos (listones, tablones, vigas y traviesas, etc.) del mismo material. Los tejados eran de paja, tal y como podemos ver aún hoy en zonas Astur-Leonesa: las llamadas “pallozas” y en León se denominan a dichas cubiertas “de cuelmo”. Los suelos de estas zonas habitacionales eran de tierra. 
 Con estas observaciones, se puede indicar que la influencia “mediterránea” de construir no fue muy válida, por aquellos lares.
Apreciamos suficientes datos de lo referido en la propia ciudad “Las Quintanas” y su entorno geodésico, ya que su topografía ubicada entre el río Duero y el arroyo de La Vega, aún hoy, guarda una conformación pantanosa, como es la de “Las Navas”, próxima a ella, en término municipal  de Pesquera.

Piedras hincadas señalando las fosas
En la “Segunda  Edad del Hierro”, el urbanismo de las ciudades, estaba concebido aún  al estilo “Celtibero”, con filas de casas rectangulares y emparejadas en manzanas y  separadas por callejuelas más o menos paralelas  y cuya cronología van desde el S. V al S.I a. C., tal es el caso de “La Hoya de La Guardia –Álava-“; “Las Eretas-Navarra-” y el correcto caso que nos ocupa.
El interior de las casas y su distribución, ayudaría tanto al uso como a la división y racionalización del espacio y su desahogo para las labores intrínsecas de sus habitantes.
Estas ciudades, estarían ajustadas a diferentes áreas utilizables: 1ª El hábitat preferente, habitualmente ceñidos por murallas de adobe y madera junto con  fosos; 2ª: Vecindades de extramuros con barrios artesanales; 3ª basureros, ustrinum, necrópolis, canteras, lugares de culto a las deidades y divinidades precisas (culto al dios Taranis, el principal en el panteón celta), así como los consumados en lugares al aire libre >montes, bosques de robles o tejos<. 4ª Enclaves agrícolas, ganaderos y de caza, además de  caminos, difíciles de localizar hoy en día.
De forma y manera muy escueta diremos que en estas regiones, priman las arquitecturas tradicionales defensivas, extremadamente conservadoras, marcadas a todo lo largo de la Edad de Hierro, y los posteriores decenios que siguieron a la conquista de Roma, por los mismos elementos: Casas repartidas de forma muy simple, en planos de  trazado curvilíneo, varios fosos concéntricos, refuerzo de las defensas de la entrada al hábitat, compuestos por piedras erguidas en vertical y diseminadas por los campos aledaños.
En el asunto de “Las Quintanas”, es muy probable que durante la dominación romana, al menos una parte de la ciudad misma sufriera transformaciones estructurales urbanísticas, ya que en varias imágenes aéreas se destacan la aparición de dos grandes trazados de arterias, clásicas de los trazados romanos: “El cardo y El decumanus”.


LA NECRÓPOLIS DE “LAS RUEDAS”


         A unos cuatrocientos Mtrs. de lo que fue el recinto amurallado de “Las Quintanas”, nos encaminamos hasta el terreno sepulcral, impresionante y misterioso de “Las Ruedas” encontrándonos en el recorrido con el arroyo de La Vega, que hemos descrito en la topografía del terreno ya puntualizado.

Contemplamos hasta donde la niebla nos lo permitió, la gran extensión de esta necrópolis, que abarca unas seis hectáreas, y utilizado al menos durante más de medio milenio, es decir, desde finales del S V a.C. a principio del S II d.C. , ya en época Visigoda. Casi, unos 600 años. Cuantas ceremonias, pompas, asambleas de rituales, gritos, lágrimas y lloros habrán percibido esas tierras, regadas con sangre de sus guerreros más beligerantes y luchadores por su libertad¡¡.

En las Ruedas se han podido encontrar asimismo lugares de incineración “Los Cenizales”, que junto con el ritual de la “descarnación” (procedimiento de sajado del cadáver) constituían la forma de honrar al guerrero caído valerosamente en combate, que en definitiva era la razón de las creencias y religiosidad del universo céltico, es decir, practicado por Vacceos, Arévacos, Vetones, etc., pero que al mismo tiempo también se han encontrado restos de estas practicas en lugares distintos de la Península Ibérica:  Egipto, Irán. Ticket, Uzbekistán, etc.

Este rito funerario consistía en exponer los cuerpos a la intemperie para ser desgarrados por los buitres (vutúrido) siendo estos animales considerados sagrados por los celtas, pues era un gran honor para los guerreros muertos en combate que sus músculos y resto de carne fuese comida por dichos animales, y así sus almas eran transportadas por los buitres al cielo. Esta forma de “androfagia”, era propio de los pueblos de vocaciones pastoriles, como eran los Vacceos.

“His pugna cecidisse decus, corpusque cremari tale nefas. Caelo credunt superisque referri, impastus carpas si membra iacentia uultur.”
Panoplia con leyendas de Tajamani y Sasha y el Profesor D.Carlos Sanz

         Adentrándonos en ese terreno funerario nos explica la panoplia de la entrada el Profesor D.Carlos Sanz, en la que se refiere a los dos tipos de gentes “Los Tahamani >muertos genéricos> y los Sasha >vivos actuantes en la época>” (creo se escribe así) y nos interpreta lo relatado en esta, y en breve locución (aumenta el frío) nos sumerge en las filosofías exotéricas de otras religiones espaciales y tal vez de su concepción de la vida en ultratumba.

Calcula el Profesor que en las diferentes épocas de uso de los enterramientos, alcanzó hasta poco más o menos los 60.000 enterramientos, conteniendo bastantes de ellos, lujosos ajuares funerarios, que pertenecieron a guerreros, mujeres y niños. Por los investigadores del lugar se puede colegir que la contextura social era algo compleja, pues nos revela que este tipo de sociedad estaba mediatizada y ejercida predominantemente por una oligarquía combatiente y guerrera, ya que esta explicación puede estar acreditada por los enterrados objetos de algunos de los señoriales y ricos ajuares funerarios

Como  indicamos anteriormente, también los Visigodos instalaron allí su necrópolis, haciéndolo sobre la antigua necrópolis, que ya fue utilizada en la época vacceo-romana.

Desde el año 1868, se conocía este yacimiento, y a lo largo del tiempo fue esquilmado por los buscadores de restos arqueologicos, tanto nacionales como extranjeros. Fue ya hacia 1985 cuando de una forma concienzuda y seria se retomaron las excavaciones, encontrando el terreno de la necrópolis bastante deteriorado, sobre todo por las labores agrícolas ejercidas en él. Cierto es que la evolución de las formas de explotación de los territorios, son formas de hacer estudios y un análisis de la transformación del paisaje.
            Por otro lado, los efectos de la arqueologia rural, así como la urbana, nos han permitido detectar las distintas maneras de organización socio-económicas, tan interesante para los investigadores.
El subsuelo acogía tesoros y restos personas valiosas

Las necesidades agrícolas, hicieron que se arrancasen múltiples piezas de estelas, y que se fueron arrumbando en escombreras a una cierta distancia de su emplazamiento original. Mas recientemente con la remocíon y alzamiento de los terrenos de labrantío, varias piezas de estelas funerarias de piedra caliza, lapidas romanas del mismo material, depósitos funerarios donde se incineraban, etc, se han visto afectadas al ser levantadas por la fuerza de los arados de la maquinaria agrícola, que alcanzan profundidades de 40 a 50 cm., arrasando las piezas depositadas en el subsuelo.
Estela donde aún se puede observar los trazos de la circunferencia discoidea

La elaboración y manipulación de  las "Estelas Discoideas" de formas tan monumentales, fue para los Vacceos una forma de rendir culto a sus difuntos y más distinguidos habitantes, y que claramente serian los más aguerridos, siendo esta además la manera en que perdurasen en el recuerdo usual y diario de los que poblaron la ciudad de "Las Quintanas". Otro caso diferente fueron las de las de época romana, más cuidadas en su elaboración, pero todas ellas enfocadas a los rituales funerarios de cada etapa de enterramientos en esta necrópolis, de cuyas circunstancias tal vez me decida en otro momento por relatar algo de tan apasionante tema. Esto quedaria enmarcado en unas étapas cronologicas que abarcan desde principios del S IV a.C. hasta finales del S. I d.C. por tanto un espacio muy amplio, con muchas implicaciones y lazos entre el mundo de los vivos y los muertos.

        Sí a lo antedicho le añadimos que toda mis protocolos y notas obtenidos escrita y fotograficamente en esta primera "exploracion", son muy amplios y copiosos, comprendereis que no deseo perderme en la dialectica de la monumentalidad de estos pagos y paisajes castellanos, por esto creo llegado el momento, por ahora, de terminar esta segunda parte de mi BLOG, ya mensual, y continuar relatando el proximo mes mis "andanzas y correrias Vacceas"

Desde El Escorial Nevando-3 de Febrero 2014

EL CRONICON DE BOB