UN ADIOS A D. ANTONIO MACHADO- 1º DE MAYO DEL 2019-
A última hora de la tarde del 28 de enero de 1939, Antonio Machado, que entonces tenía 64 años, desciende del tren lleno de gente de Cerbere. Le acompañan su madre, Ana Ruiz, su hermano José, su esposa Matea Monedero y el escritor Corpus Barga.
Minado por una grave afectación de los bronquios, el poeta está agotado. El camino al exilio ha sido largo desde el 24 de noviembre de 1936, que fue cuando el Quinto Regimiento organizó la evacuación de aquel Madrid asediado y fue la salida de un gran número de intelectuales.
A regañadientes, Antonio Machado salió de la capital con su familia para instalarse en Villa Amparo, en el pueblo de Rocafort, cerca de Valencia. En marzo de 1938, el avance de las tropas nacionalistas los persiguen a todos estos intelectuales hasta Barcelona, donde se hospedan en el Majestic Hotel, luego en Torre Castañer. Pero el 22 de enero, debieron salir de Barcelona, amenazados por las tropas franquistas. La ciudad caerá el 26 de enero y es con la confusión y desesperación como se organiza el éxodo a Francia.
Machado y su familia forman parte de un convoy de intelectuales que tardan seis días en llegar a Port Bou, con paradas en Cervià de Ter, Raset y Mas Faixat, donde el poeta y sus compañeros de éxodo pasan su último viaje.
Noche ULTIMA en la tierra de españa.
En la mañana del 27 de enero, escribe un compañero de viaje, partimos nuevamente para llegar a Port Bou al anochecer. Hace frío y llueve. La enorme inundación de refugiados significa que, a pocos kilómetros de distancia, en la escalada de la frontera del paso de Balitres, Antonio Machado y su familia tienen que salir del automóvil, abandonar su equipaje (entre los cuales varios textos del poeta, perdidos para siempre). ) y subir los cientos de metros que los separan de la frontera.
Está cerrado por orden de las autoridades francesas y estará abierto a los civiles al día siguiente, 28 de enero (y los militares, desarmados inmediatamente el 5 de febrero). Gracias a su pasaporte ya la intervención de Corpus Barga ("Le digo al comisario de policía que Antonio Machado fue a España lo que Paul Valéry fue a Francia y que él estaba enfermo"),
Antonio Machado y su madre puede cruzar la frontera y bajar a Cerbère en una camioneta que el Comisionado de Policía pone amablemente a su disposición. Pronto se les unen José y Matea, y todos pasan la primera noche en suelo francés en un automóvil olvidado en un apartadero.
Al día siguiente, "ligero de equipaje", Antonio Machado llega con su familia a la estación de Collioure. Bajan a La Placette, donde Juliette Figueres, quien tiene una mercería, los consuela con un café con leche y unas galletas. Desde allí, van al hotel Bougnol-Quintana, que les indicó el jefe de la estación, Jacques Baills, cuando bajaron del tren.
Jacques Baills, Juliette Figueres y su esposo, Pauline Quintana, una hotelera con un gran corazón, son los nuevos amigos coleccionistas - admiradores del poeta, a quienes, además de ayuda moral, brindan, así como a él, una ayuda material: ropa de cama, sellos, correos, libros, diarios y revistas. Machado, muy fatigado por el viaje, sale muy poco del hotel. Su hermano contó la única caminata que hizo en su compañía hasta la playa.
La salud de Antonio se deteriora día a día y muere el miércoles 22 de febrero a las tres y media de la tarde, mientras que su madre muere en la misma habitación y muere tres días después. 25 de febrero. La noticia de la muerte del poeta se está difundiendo muy rápido. Su cuerpo es vigilado por sus nuevos amigos de Collioure y también por Gaston Prats y Henri Frère, ambos profesores de español. Este último, un talentoso pintor, realizó varios bocetos del poeta en su lecho de muerte, desde el cual ejecutó un grabado en cobre.
Es Jacques Baills quien hace la declaración de muerte al ayuntamiento y alerta a la embajada de España en París, así como a varias personalidades. La prensa local e internacional se hace eco de la muerte "del poeta y español sin tacha", Antonio Machado (ABC, Republicano, Valencia, 26 de febrero de 1939).
El funeral civil, como Antonio le había pedido a su hermano, tuvo lugar el jueves 23 de febrero a las cuatro de la tarde. Presididos por el alcalde de Collioure, Marceau Banyuls, reúnen a una multitud de refugiados, amigos y admiradores del poeta. El ataúd, cubierto con la bandera republicana, es llevado por doce soldados españoles de la Segunda Brigada de Caballería, recluidos en el Castillo Real de Collioure.
El cuerpo del poeta se deposita en un nicho prestado por la familia Py-Deboher, amiga de Pauline Quintana.
En Collioure, Antonio Machado no escribió nada, excepto un verso, su último verso, escrito en un papel que se encuentra en el bolsillo de su abrigo: "Estos días azules y este sol de la infancia".
Los años pasaron y un día la familia Py-Deboher necesitaba el nicho donde descansaba el poeta. En un notable artículo titulado "Un gran poeta está esperando su tumba" (Le Figaro Littéraire, 12 de octubre de 1957), Josep Maria Corredor, secretario del "Comité de Amigos de Antonio Machado", lanzó un llamamiento para hacer donaciones.
Estas donaciones, cuidadosamente registradas contablemente por Jacques Baills, tesorero del Comité, no tardaron en llegar. Entre los donantes había muchos nombres anónimos, pero también grandes como Pablo Casals, René Char, Albert Camus, Andre Malraux o Eduardo Santos, ex Presidente de la República de Colombia. La tumba, construida de acuerdo con los planos del arquitecto peruano Cyprien Lloansi, y ubicada en un sitio del cementerio, sin cargo alguno por el Ayuntamiento de Collioure, permitió el entierro de Antonio Machado y Ana Ruiz, el 16 de julio de 1958.
Finalmente, fue en 1977 que, por iniciativa de Manolo Valiente, Monique Alonso y Antonio Gardó, se creó la Fundación Antonio Machado de Collioure. Actualmente está presidida por Joëlle Santa-Garcia, profesora de español en la escuela secundaria Pablo Picasso en Perpignan.
El Cronicón de Bob 1-Mayo 2019 |
Tumba de D.Antonio Machado -Collioure- Francia |