lunes, 12 de diciembre de 2022

Memorias con "Al Rashid"-

Memorias con "Al Rashid"- Recuerdos de mis vivencias  en aquello lugares del "ORANESADO"



AL- RASHD INTENTA COMPRAR EL HOTEL TIVOLI DE LISBOA

Uno de los motivos de que yo asistiese como asesor de Mr. Al-Rashid a sus compras de propiedades en Portugal, fue su pretensión de comprar otro Hotel en Lisboa y más concretamente el Hotel Tivoli, y hacerme yo también cargo de la Dirección General del mismo.

Así pues, varios días después de haber consumido un tiempo en las instalaciones de la finca o heredade, una noche durante la cena en un restaurante rustico de Montemor o Novo, donde lo hacíamos habitualmente los cuatro incorporados a su “autocracia”, me comunicó que temprano a la mañana del día siguiente viajaríamos hasta Lisboa para “negociar la compra del Hotel Tivoli de Lisboa”.

 Desde Montemor a Lisboa hay 100 km, es decir aproximadamente 1 hora en coche. Lo que hicimos en un destartalado Peugeot 504 Station Wagon, que estaba siendo utilizado en servicio de la “heredade”.

Nos alojamos en el citado Hotel Tivoli y a la mañana siguiente, tras el desayuno en el Hotel, nos dirigimos a las oficinas del propietario del Hotel, un portugués de mediana edad y discreta presencia.

Una vez más Mr. Al-Rashid comenzó las presentaciones de su grupo de colaboradores acompañantes. En primer lugar, lo hizo conmigo y mi hijo: Mr. Castilla, Director General de mis Hoteles en España, Francia y EE. UU. El buen señor nos tendió la mano y saludó muy cortésmente a ambos. 

La segunda presentación fue para su tío que le anuncio como el Ingeniero Agrícola de su Heredade en Montemor o Novo y de otras posesiones en Argelia, África del Norte, etc. 

El dueño del Hotel Tivoli, esbozó una ademán de sonrisa mirando con extrañeza al tipo que tenía delante, pues en su cara se notaba que no daba crédito a la categoría social que esgrimía y así fue expresada por el futuro comprador de su hotel. 

Y finalmente llegó el turno a nuestro buen amigo JOE “el Gringo”: Y este Consejero mío, dijo “El Emir”, es el Consejero General y supervisor de todos mis negocios en << el mundo >>.  Atiza ¡¡¡¡¡ Joe se vio elevado a los altares del fantasioso “Emir”.

Tras media hora más de conversación insulsa y sin entrar en más profundidades del negocio, se quedó en tener una próxima reunión para ver balances de cuentas del Hotel y nos despedimos de aquel correcto y amable señor, del cual al menos yo no supe momentáneamente más de esa intentona de adquisición del Hotel Tivoli de Lisboa.

Algún tiempo más tarde le pregunte a Mr. Al-Rashid, que fue de aquella reunión,  contestándome que no supo más de aquel portugués engreído, que pensaba que su Hotel era mejor que el Waldorf-Astoria de New York.

Así mi prepotente jerarca y propietario del hotel que yo dirigía en Madrid dio por finiquitado aquel intento de compra hotelera en Portugal, y que una vez más fue fruto de su ineptitud ante personas que si saben valorar su patrimonio y manejarlo conforme a una forma excelente y acorde a la industria Hotelera mundial.

Lo malo de los que se creen en posesión de la verdad es que cuando tienen que demostrarlo no aciertan ni una", escribió Camilo José Cela.

                                             Bob y sus aventuras  Morunas

2 comentarios:

  1. Mi buen amigo el Ilmo. Sr. Marques de Montequin et Ordieres, me remite desde Bretaña (Francia) el siguiente comentario. " la continuación del libro interesantísimo se nota que sois escritor, sabéis como hacer que se tenga ganas de conocer más."

    ResponderEliminar
  2. Querido y nunca bien ponderado Sr. Marques de Montequin et Ordieres, LE AGRADEZCO INFINITO SUS BELLAS PALABRAS y que me siguen animando a proseguir en el turbulento relato de "parte" de mis memorias oranesas. Reciba mis respetuosos saludos.

    ResponderEliminar