II) EXPOSICION MONACATUS – EDADES DEL HOMBRE –
Se pensó y eligió el termino “Monacatus”, locución del latín monachus, que denota o significa “solitario” y que conjuga perfectamente con la representación que se hace de tan magna obra. La exposición permite conocer los aspectos más importantes de la vida y existencia en los monasterios a través de distintos apartados, que iremos desgranando sucintamente.
No se podría encontrar mejor lugar que Oña y en esta localidad el Monasterio de San Salvador, que cumplió mil años en el pasado 2011. Fue en 1011 cuando el Conde de Castilla Sancho García y su esposa Urraca Gómez, junto al Obispo de Oca-Valpuesta fundaba oficialmente el Monasterio de San Salvador de Oña, escenario de los orígenes de Castilla y en cuyo Panteón Real y Condal de Oña duermen hoy los reyes Sancho III de Navarra y Sancho II de Castilla
Una de las finalidades de la fundación fue la de tener un digno lugar de enterramiento, su hija Trigidia (o Tigridia) entró a formar parte de la comunidad y más adelante fue su Abadesa, ya que en fuentes de investigación realizadas por el Padre Barreda, en los archivos del Monasterio de San Salvador, dan cuenta de que la primera Abadesa fue Doña Oñeca, sucediéndola su sobrina, la citada Dña.Trigidia.
En su origen se trataba de un Monasterio “duplice”, es decir con monjes y monjas, pero el rey navarro Sancho III el Grande lo reformó con la ayuda del nuevo abad e íntimo amigo suyo San Iñigo, y lo puso en la esfera de la orden benedictina y puramente con una comunidad masculina. Esta reforma se formalizó en 1033. Los monjes benedictinos moraron en él hasta la desamortización de Mendizábal.
Me permito la osadía de dar algunas pinceladas históricas del Monasterio, ya que está estrechamente unida al notable “Cronicon de Oña” que veremos en la siguiente “gacetilla”.
Sufrió el Monasterio las “revueltas” y tumultos, de la primera Guerra civil Castellana conocida, ya que en los enfrentamientos de Dº Pedro I de Castilla-León y el bastardo Enrique de Trastámara, que de manera inicua (regicidio ó fratricidio) le arrebató el trono de Castilla.
Narran los historiadores de Oña, que 1367 el Monasterio fue saqueado por la soldadesca del aliado ingles de Dº Pedro: El Príncipe Negro, quienes esperaban con anhelo recibir su “soldada” y al no poder pagar el Rey, cometieron desmanes aquí y allá, tomando a su antojo trofeos de guerra, y actos de pillaje, adjudicando su fruto como salario. Debido a estos actos y otros parecidos se amuralló el templo. Otro desgraciado acontecimiento histórico reseñable es el de que en 1599, el Monasterio fue víctima de la peste, que le afectó poderosamente.
Cuenta todavía con un valioso mobiliario y un panteón condal y real. Dignos de mención son los personajes que fueron enterrados en este lugar y debemos rememorar: Sancho García (? -1017) y su esposa Urraca, los fundadores. El conde García de Castilla (1009-1028). El rey Sancho II de Castilla (1038?-1072), así como el rey Sancho III el Grande (990? -1035) y su esposa Munia (995-d1066), ademas de otros.
La Guerra de la Independencia con “La francesada” de nuevo afectó al conjunto monástico, que fue arrasado y saqueado por las soldadescas francesas. Mas tarde con la desamortización fue cerrado. Así pues el Monasterio se quedó sin comunidad y los bienes se subastaron, como otros muchos Conventos y edificios religiosos. Los inmuebles monásticos se dividieron en dos partes, por un lado la iglesia, claustro y sala capitular que pasaron a ser utilizados como parroquia, mientras que el resto de las arquitecturas pasó a manos privadas hasta que con el tiempo fueron procuradas y compradas por la Compañía de Jesús, los cuales la vendieron en 1968 a la Diputación Burgalesa.
El claustro es de estilo gótico flamígero, con esa luminosidad enhiesta que únicamente tienen los claustros góticos. Lo construyó el famoso Simón de Colonia, y en él están enterradas personas muy unidas al monasterio.
La exposición, contiene 138 piezas, llegadas de todos los Conventos y Monasterios de la Comunidad de Castilla y León. Cuadros del Greco, José de Ribera, Goya, Zurbaran o Vela Zanetti que jamás salieron de su clausura abacial y monástica, se dan cita en la villa condal, en esta muestra.
Impresionante es el San Jerónimo del palentino Alonso Berruguete, pero aún más me impresionaron los ya citados panteones real y condal.
La famosa regla de los Monasterios “ORA ET LABORA” se ven aquí claramente expuestas y representadas. La regla fundamental de San Benito está trazada en un códice manuscrito del siglo XV patrimonio de a la abadía cisterciense de San Isidro de Dueñas, más conocida en aquellos pagos como “La Trapa”. Esta parte representa “El ora”.
La parte correspondiente al “Labora” están representados los monjes realizando sus labores en el campo y sus especialidades de farmacopea y licores de hierbas, lejos de la sociedad mundana. El ultimo capitulo de la muestra se llama “diversidad de carismas” y en el profundiza en las dedicaciones y anhelos en su fe de los fundadores y de las esencias monásticos, incluyendo a San Benito, impresionado en un bonito cuadro.
Mi consejo es que no dejéis de visitar esta Magna Muestra, que se mantendrá hasta el 4 de Noviembre del año actual.
Crux Sancti Patris Benedicto “Medalla de San Benito·
He leido con detención la II parte de las Edades del Hombre y me ha gustado mucho.Además me ha gustado cuanto indicas no solo de la historia sino tambien de los cuadros y obras de la Exposición.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte S.Mª A.Pascual