sábado, 24 de noviembre de 2018





NUESTRO HOMBRE DE ORÁN
        
          Conocemos ahora por lo expuesto en el capítulo anterior una “historia mínima” de la Revolución o guerra de Argelia, pero en el Hotel no nos llegaríamos a enterar de la identidad o biografía del nuevo “patrón” (por la afinidad de la lengua francesa), hasta que, en otra fecha posterior a la compra del Hotel; ya en 1973, se registró otra persona, esta vez sí con pasaporte argelino, preguntando por el Director, Sr. Lázaro.
        El recién llegado cliente, era un hombre elegante, de talla media y porte destacado, que se mostraba obsequioso, pero en el fondo se le notaba aleccionado para ir descubriendo el Hotel, su entorno y sobre todo “los jefes y el personal” que allí trabajaba.
        Uno de los Conserjes, al rellenar la ficha de policía, previno a los empleados de turno de forma rápida los datos del recién llegado viajero. Era “SADIQ DABIR”, de profesión: DIRECTOR TECNICO. ¡¡¡¡
        El Director, Sr. Lázaro, le recibió exultante, pasando acto seguido a presentarle a su esposa e hija. Hay que tener en cuenta que, en aquel tiempo, los Directores de Hotel, vivían en el propio establecimiento con su familia y todo cuanto consumían era por cuenta de la empresa, según establecía el contrato de trabajo que habían establecido con la Sociedad propietaria del establecimiento.
        Demostraba ser un hombre tranquilo, amable, educado y eso sí muy observador. Pronto dio muestras de ser un enamorado del deporte del Futbol y de los equipos de Madrid, pero especialmente del Real Madrid, aunque cortésmente invitado por Román Bejar, acudía también a ver los encuentros del Atlético de Madrid, al Manzanares.
        Pronto mostró asimismo sus dotes de “bricoleur”, ya que alguien debió de darle la orden, o ya fuese una obsesión, suya adquirida durante su “experiencia de agente revolucionario”.
        El caso es que Román un día nos comunicó que se iba a París a comprar cerraduras “Fichet” (desconocidas entonces en España), por encargo del que parecía ser el Delegado directo de la propiedad.
        Y así lo hizo Román, tomó un avión y tras dos días de estancia en París, regreso con una docena de “cerrojos fichet”, en la maleta y una nueva idea de representación de esa marca francesa para España, cosa que hizo meses más tarde, abriendo su propia tienda en sociedad con otro amigo hotelero (que era quien se ocupaba del negocio) y con lo cual alcanzó un formidable éxito, pues empezaron los robos en domicilios en España, y el montar “puertas acorazadas, con ese novísimo “sistema FICHET”, les permitió ganar mucho dinero.
        Pero volviendo al encargo del <Mr. Sadiq Dabir> ¿para qué serian esos famosos cerrojos? La respuesta fue inmediata. Se dio orden al Jefe de Servicio técnico “López E.”, que se cambiasen las entradas a las puertas que ellos consideraban más importantes, como fueron: Entradas a despachos de Dirección, Contabilidad, Edificio de apartamentos en la parte trasera del edificio, etc., etc.
Tras la <<operción cerrojos>>, se organizó otra también de índole casí desconocido para el personal del hotel y fue la compra inmedita de dos maquinas ultramodernas “fotocopiadoras”, pero que solo podían utilizar el personal que Mr. Sadiq, determinase o nombrase para ello.
        Una mañana que estábamos juntos en recepción Román y yo, el referido Sr. Dabir, nos comunicó, que deberíamos fotocopiar todos aquellos pasaportes de clientes que llegasen al Hotel de procedencia argelina y/o marroquí, y entregárselas a él o hacerlas llegar a la oficina central en Ginebra a la Srta. Erika.
        Nos quedamos cavilando los dos y cuando quedamos solos, lo primero que nos llegó a los dos a la mente fue: “algo esconde de espionaje esta orden”.
        Al día siguiente se lo hicimos saber al Director (ya empezaban a saltarse el orden jerárquico, que todo organigrama empresarial tiene) y le sentó mal y aún más se molestó no con nosotros sino con el Delegado a la sazón. También le comentamos que no nos parecía correcto esa orden, primero por no ser él quien nos la diese y segundo porque el copiar datos de un pasaporte y entregárselos a unas personas que no sabíamos que harían con ellos, podía ser perseguidos jurídicamente. El Sr. Lázaro, nos respondió: >>Hablaré yo con este “morito”, no se crea que anda en su tierra. <<
        Y ahí ya se detectó que la química empresarial no pasaba bien entre las dos partes- Propiedad y Dirección.
Días posteriores, apareció por el Hotel, una “matrona notable”, no tanto por su belleza, sino por su gran tamaño y planta un tanto desgarbada, con aire medio árabe-cristiana y que se instaló en contabilidad, pero simplemente como (decía ella) secretaria del Delegado.
Yo comiendo un a mediodía con Esteban (Jefe contable) le pregunté por la nueva empleada y me replicó que, aunque chapurreaba español, hablaba mucho por teléfono con alguien en árabe, así como con el Sr. Dabir.
Pero mira, Charles, me dijo Esteban, en contabilidad, esa mujer, ni opina ni se mete, ya que no parece ser conocedora de la profesión. ¿Y cómo se llama?, le pregunté; creo que es un nombre “libanes cristiana” …CORA ¡¡¡.
¿Oye y quien paga esos gastos de teléfono, pue supuestamente debe hablar fuera de España? Claro, respondió Esteban, ya veremos cuando vengan los cargos de Telefónica y los vea el “Dire”, que opina y quien se hace cargo de ellos. Uff, la que se liará.
Efectivamente, cuando el Director, observó los gastos de teléfono que eran superiores al funcionamiento normal del Hotel (antes de la llegada de los nuevos propietarios), convocó al Jefe contable y le pidió que le explicase el motivo de ese enorme aumento del gasto. Se le presentaron los resguardos de todas las llamadas hechas desde la habitación del Delegado y las de la extensión que utilizaba la Sra. Cora, y se comprobó que casi todas las llamadas eran con números telefónicos de Argelia, y Suiza.
Nuevamente, el Sr. Lázaro, se enojó y comentó que era intolerable esta situación de realizar gastos tan altos con un “uso infrecuente de teléfonos para temas que seguramente nada tenían relación con el Hotel. ¿Pero que podría hacer para resolver este asunto? Y QUE RAZÓN TUVO ¡¡¡
Como una premonición, estos actos estarían a la orden del día, no solamente con los consumos de teléfono, sino con “el saqueo” constante de los fondos financieros del Hotel, que aunque su producción era  suficiente para aportar beneficios tanto al empresario como a sus empleados, los “nuevos y futuros gestores”, extrajeron las riquezas del complejo Hotelero, pues esta empresa >>sufrió la rapiña económica del “grupo en el poder”, durante más de 20 años hasta agotarlo, (debiendo venderlo en 1998 por sus torpezas e incompetencias, al haberse deshecho de sus directivos más expertos, entre otras malas artes y medios poco éticos)>>
Intentaron componérselas hasta tal punto, que en varias ocasiones pensaron en venderlo, cosa que NO ocurrió durante la gerencia de “Charles” como Director, que se negó en rotundo, defendiendo el porvenir de las ciento cincuenta familias que trabajaban en todo el Conjunto Hotelero, a pesar de las presiones que sufrió para su venta, sobre todo durante los dos años en que AL-RASHID, estuvo cautivo en un Castillo militar, por motivos que son merecedores de referirse en el episodio que se relatará y que tal vez sea el más controvertido y complejo de este “sagaz” personaje que dejó su doblez por donde pasó.



Volviendo sobre la orden que dio el citado Sr. Dabir, y en la que nos comunicó, que deberíamos fotocopiar todos los pasaportes de clientes de procedencia argelina y/o marroquí, y entregárselas a él o hacerlas llegar a la oficina central en Ginebra a la Srta. Erika, resultó que días más tarde nos lo confirmó el Director y además nos indicó que la maquina fotocopiadora “Canon” último modelo, instalada en Contabilidad solo se utilizaría por los recepcionistas del Hotel y obviamente el departamento contable.
Extraña forma de concebir y aligerar el desarrollo del trabajo diario, ya que en hostelería el trabajo es de tal rapidez, que siempre se decía y se sigue diciendo “esto para ayer”, porque a un cliente no se le puede hacer esperar, pues este es un principio dentro de la profesión hotelera.
Teniendo en cuenta que por detalles que no escapaban a cualquier profesional de la hostelería, y advirtiendo que estos nuevos propietarios no tenían noción alguna de lo que era un Hotel, ¿cuál era su profesión anterior, estudios, de donde surgían, motivación actual y sobre todo su desconfianza, con los posibles clientes que llegasen de países árabes? ¿Qué ocultaban?
Román, que empezaba a tener más roce con el Sr. Dabir, nos dijo un día que le había enseñado unos poderes de un Notario de Madrid, donde se le titulaba Presidente de la Sociedad Anónima, propietaria del Hotel “OIKIA S.A”, y que sus poderes eran muy amplios, para poder gerenciar de forma directa todos los ámbitos de la Sociedad.
Charles, que ya había trabajado en  varios hoteles de lujo en Madrid, antes de incorporarse al Hotel “Palacio de Salamanca”, y que hablaba y escribía un francés perfecto, tanto por sus estudios en su carrera de Perito Mercantil, así como por haber residido en Francia durante unos años,  y sumado a sus otros estudios de Dirección de Empresas y Actividades Turísticas (Turismo), además de otros idiomas, y formaciones turísticas, notaba algo pintoresco y exótico en aquellas acciones tan chocantes en la actividad normal de un hotel, como el las conocía.
En esto coincidía casi todo el personal que habían tenido la oportunidad de trabajar en la profesión hotelera, tanto en España, como en varios países extranjeros, en puestos de responsabilidad. ¿Qué estaba pasando?
Cierto día, llegó al Hotel un antiguo cliente “valenciano” y dueño de una fabrica de “textil de cierta tecnología punta” que se alojaba con probada frecuencia; el Sr. Ferrer, quien conocía a los nuevos dueños nos preguntó si estaba alguno de ellos en esos días por allí. Y coincidió que fue así, puesto que el Sr. Dabir, aún estaba alojado. Se pusieron en contacto ambos y comieron juntos, notándolos muy afables en su conversación.
Eduardo, el Maître d´Hotel, que les atendió y que, por sus años de trabajo en Marruecos, Francia y Suiza, dominaba perfectamente el francés, nos descubrió que “de pasada escuchó” algo sobre <<uniformes militares que querían comprar nuestra gente>>. Tate, había atrapado un asunto clave para ir conociendo la profesión real de “nuestra administración árabe”.
Al dar por terminada su estancia el Sr. Ferrer, un recepcionista que ya estaba picardeado, le sondeo un poco sobre la coincidencia de que se codeaba con los nuevos empresarios, a lo que respondió: Sí, ya hace muchos años que nos conocemos y hacemos negocios juntos.
Les vendo muchos uniformes usados del ejército español, Guardia Civil, etc, para su país y otras naciones árabes. Son buena gente, pero “no dormirse” y como decimos en Valencia “a más moros más ganancias”.
Esa respuesta me trajo a la memoria el romance del Cid Campeador, en su batalla para la toma de Valencia:
 
                   …/…   A la torre del alcázar
A Jimena el Cid subió,
La que viendo tantas tiendas
De tal lujo y tal valor, 
Tantos corceles de guerra,
Tanto ginete y peón,
Abatida en su flaqueza
Daba indicios de temor; 
Hasta que esforzóla el Cid
Y en esta guisa le habló:
Cuantos más moros veáis,
Más ganancia tengo yo.
…/…  (Juan de Arolas)

        Y alguna duda más nos dejó sembrada en nuestro subconsciente el Sr. Ferrer.
        ¿Eran los nuevos administradores, personas vinculadas con la guerra y sucesos luctuosos ocurridos en su <<guerra de independencia de la metrópoli francesa >>?
Parecía ser que se confirmaba la trama. ¿Y sí se trataba de blanqueo de fondos obtenidos de una manera no muy licita? Nadie podría corroborar cualquiera de esos términos, hasta bien avanzados los años y los sucesos que se fueron aconteciendo y resaltando que tal vez fuesen por “la forza del destino” ocurrían quinquenalmente, es decir cada cinco años.
Tal como había llegado Mr. Dabir, desapareció del Hotel, eso sí bien cargado de maletas, con destino a Ginebra, según nos dijo “Alberto” Jefe de conserjería, pues la noche anterior le había encargado que le comprase el billete de avión, y claro estaba “CUENTA CASA”, término hotelero, que indica que lo debía de pagar el - EX - “Hotel Palacio de Salamanca”, ahora ya Hotel AL-RASHID

Nota.- Resumen de un capitulo de mi libro:


“La escritura es la pintura de la voz”. – Voltaire -
    

4 comentarios:

  1. Uno de os comentarios escritos en el F.B, por los amigos del RACÓ, de Gloria :Gloria Uuuaaauuu que bien lo vamos a pasar disfrutando de tus magníficos capítulos de tu libro!! Lo leeré despacio y con muchas ganas. Muchas gracias de parte de los amigos del Racò!!

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  2. OTRO COMENTARIO EN EL MISMO LUGAR DEL AMIGO:Pedro Mañoso.../... Sí, fueron momentos muy difíciles y D. Roberto supo encontrar un camino para que saliese todo bien. Pero estuvo muy al roce de haber cambiado la historia. Aún recuerdo algunas anécdotas, donde el valor es el mayor tesoro que tenemos.

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  3. Roberto Sancho Sanz Tanto aprecio D. Pedro te dignifica como amigo señalado por la justicia Divina.

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  4. Roberto Sancho Sanz Amiga Gloria Edo, bien dice el amigo Pedro Mañoso, que las anecdotas son de tal calibre que yo como autor, no oculto mi desazón por el personaje, que fue el dueño del Hotel que yo dirigía en Madrid. Reconozco que volver sobre la vida de este hombre y su entorno fue y es aún "un ejercicio peligroso, primero porque ingresar en la memoria colectiva argelina con una historia que rara vez deja a uno indiferente puede acarrear alarmar para algunas personas vivas aún y en otro plano mis aventuras junto a él, como hombre de su confianza en España, Portugal y aventuras vividas por los 5 continentes, son sumamente cercanas a la conmoción familiar. En muchos casos, no es facil escribir lo vivido y en otros llegar al lector ...ME TOMARAN POR PERTURBADO Y/O ALIENADO. "Casi todo"..se podra experimentar en mi libro de Memorias, durante 25 años, por tierras "sarracenas".

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